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5 trucos para no caerte de la moto

Con los índices de accidentalidad aumentando en todo el país, resulta fundamental insistir en las alternativas para minimizar los riesgos decaídas que pueden ser evitadas.

Conducir una motocicleta tiene muchas ventajas, que incluyen agilidad en los desplazamientos, economía en diferentes aspectos como: costo del vehículo, consumo de combustible, repuestos, mantenimientos, etc.Sin embargo, la gran desventaja se refleja directamente en la integridad del piloto. Caídas y la exposición a las inclemencias del tiempo, exigen que se tomen medidas para proteger y minimizar los efectos de estos factores.Muchos expertos consideran que el 98% de las caídas están relacionadas, en gran medida, con las decisiones que toma el piloto, lo que exige experiencia y conciencia de las ventajas y riesgos que se asumen cuando se conduce.

Tener esto claro no significa que se esté exento de caídas relacionadas con factores externos, que pueden provocar heridas de diversa gravedad.

Con el objetivo que le hagas el quite a las lesiones por caídas, preparamos algunos consejos llegar seguro hasta el destino.

1 Baches en la vía

Nuestras ciudades están llenas de trampas, por citar algunas: alcantarillas sin tapa, rejillas desajustadas o ausentes, irregularidades en la carpeta asfáltica o pavimento, entre otras; así como manchas de aceite derramado o pintura usada para la señalización horizontal, pueden ser un gran enemigo de los motociclistas.

Durante las lluvias, estas irregularidades del camino se vuelven imperceptibles en la mayoría de los casos, por lo que su peligro aumenta. Estos riesgos son inevitables, resulta fundamental mantener la vista puesta en el camino y conservar la distancia para identificar baches que vehículos delanteros sorteen previamente.

En contextos distintos como carreteras intermunicipales, nacionales y en caminos terciarios existe la posibilidad de encontrar hundimientos en la calzada, caídas súbitas de ramas, árboles o rocas, y desniveles en el asfalto que pueden provocar la pérdida de equilibrio.

2 Exceso de velocidad

Las autoridades de tránsito distritales y municipales tienen la potestad de determinar los límites de velocidad en vías urbanas, que bajo ninguna circunstancia puede superar los 80 kilómetros por hora. En zonas residenciales y escolares existe un máximo de 30 kilómetros por hora.

Sin embargo, la realidad ha demostrado con amplios ejemplos que estos límites no son respetados, provocando innumerables accidentes y pérdida de vidas, las calles no son para correr.

Ir más rápido de lo permitido aumenta las posibilidades de colisionar con objetos móviles o inactivos, pues se reduce la capacidad de reacción ante imprevistos, como la aparición de un semoviente, por citar uno.

3 Mal estado de las llantas

Contar con neumáticos de buena calidad debería ser una condición fundamental para operar de manera segura una motocicleta. Con estos se tiene mayor adherencia y resistencia a condiciones de exigencia máxima. Se recomienda una revisión constante en busca de muestras de envejecimiento, deformaciones por golpes y desgaste en la banda de rodadura, así como su remplazo cada vez que sea necesario.

Si el neumático ha perdido su labrado o la profundidad de los mismos ya no es aceptable, se puede experimentar inestabilidad en la conducción y aumento en los riesgos de caídas, aparte que, en lluvia, no permite cortar la película de agua y puede generar el efecto acuaplaneo.

Según el Registro Único Nacional del Tránsito, en 2021 se registraron más de 1.970 accidentes asociados a fallas en las llantas, de los cuales 640 personas resultaron heridas, 64 fallecieron y 1.271 sufrieron daños materiales.

Una buena condición en los neumáticos también garantiza un consumo óptimo de combustible y una maniobrabilidad más efectiva.

4 Problemas mecánicos

Esta es otra causa asociada a los accidentes que muchas veces sufren motociclistas en vías de la ciudad y el país. El mantenimiento preventivo y correctivo del sistema de rodamiento, el kit de arrastre y los frenos, puede ser la diferencia entre volver a casa esta noche o terminar en una clínica con abrasiones en la piel, o peor.

Detenerse de manera oportuna depende de mantener en óptimas condiciones los dos sistemas de frenado. El estado de las luces de la moto garantiza una conducción más segura para todos los actores viales, pues mejora la visibilidad del motociclista y sus posteriores movimientos.

5 Descuidar la concentración

Estos factores expuestos previamente pueden gestionarse más eficientemente si se asume una conducción atenta al entorno. Mantenerse concentrado y con la atención enfocada en el camino garantiza que sucesos imprevistos puedan evitarse con maniobras que requieren la respuesta eficiente de la máquina.

Por eso no se debe conducir bajo los efectos de ninguna sustancia que pueda afectar nuestros reflejos, muchos piensan que únicamente las sustancias psicoactivas o el alcohol puede afectarnos, pero incluso un antigripal reduce nuestra capacidad de atención.

Conducir una motocicleta requiere un estado distinto de conciencia con relación a otro tipo de vehículos, lo que resulta benéfico para la función cerebral. Así lo plantean científicos de la Universidad de Tokio, quienes demostraron que conducir una moto con frecuencia mejora el funcionamiento cerebral; adicionalmente, el pilotar requiere una conducción netamente dinámica, cosa que hace al motociclista uno de los actores viales más activos.

Esta razón final aumenta las ventajas que tiene el motociclismo, los pilotos deben cuidar su integridad y la de sus acompañantes, tomando las medidas necesarias para garantizar la seguridad, pero sin olvidar que en la mayoría de las recomendaciones que hacemos, prevalece tu determinación como motociclista, una mala decisión es la diferencia entre un paseo placentero o un momento amargo.

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